Que ver en Corcubión

Corcubión, tierra de sosiego y bravura

Patrimonio Cultural

HÓRREOS

Patrimonio etnológico

Los hórreos son, junto con los molinos, las construcciones funcionales más importantes relacionadas con la economía tradicional basada en el cultivo de grano. Su origen más remoto estaría en los sistemas utilizados por los pueblos castreños para mantener el grano seco y aislado de la humedad de suelo: cestos colgados o levantados sobre pies. Las primeras referencias documentales son de la época romana (Vituvio o Plinio el Viejo) siendo en los escritos de Varrón (siglo I a.C.) en los que aparecen descritos con una forma parecida a la actual.

Como lugar donde se guardan los frutos del trabajo de todo el año, se presta gran atención a la calidad de sus materiales y a su localización, para garantizar una buena aireación del grano.

El hórreo es un fiel reflejo de la situación económica de su dueño; su capacidad se mide por el número de pies. Puede ser propiedad única o compartida; en este último caso se le abren varias puertas.

En Corcubión predomina el hórreo de tipo Fisterra, aunque en ocasiones se mezcla con elementos del tipo Noia.

En cuanto a la función de estos elementos hay una amplia teorización sobre su función estética o mítico-religiosa. Según el estudio sobre el hórreo gallego de Martínez Rodríguez, la presencia de una cruz y otros emblemas religiosos en los remates de los hórreos sería una consecuencia más de la religiosidad del aldeano gallego que pone la cosecha bajo la protección de sus dioses a los que invoca consagrando el hórreo con el símbolo de la cruz u otros similares.

Hay que señalar la presencia de hórreos de albañilería hechos íntegramente en cemento en Redonda y en A Oliveira. Son del tipo de hórreo no suspendido, sino que se apoyan sobre un granero de las mismas dimensiones que la cámara.

En Corcubión hay censadas 14 construcciones de este tipo.