Historia de Corcubión
Corcubión, tierra de sosiego y bravura
Edad Media
En cuanto al pueblo de Corcubión, tal y como lo conocemos hoy en día, sus orígenes se situarían en el Monte de San Andrés, en las proximidades de la primitiva iglesia de San Andrés de Canle, en la parte alta del pueblo. Esta situación en la zona más alta se debía a razones de seguridad, pues allí, apartados de la primera línea de costa, estaban más protegidos de las incursiones y saqueos de piratas normandos y sarracenos. Aunque no existen fuentes documentales con anterioridad a 1438, los restos materiales que aparecieron en esta zona permitieron demostrar la existencia de esta iglesia, permitiendo datar el templo de San Andrés entre los siglos XII y XIII, coincidiendo con el período de esplendor del arte románico en Galicia.
A partir del siglo XIII, cuando la piratería va remitiendo y el comercio exterior coge un nuevo impulso, ser irá conformando el nuevo núcleo de población, esta vez situado al lado del mar, en la parte baja del pueblo. Llegarán también pescadores vascos y asturianos por considerar que esta zona era una zona idónea para la exportación de pescado, actividad que continuará posteriormente por empresarios catalanes con fábricas de salazón y, más tarde, también con las conserveras.
Será ya a partir del siglo XV, con la llegada de los Condes de Altamira a Corcubión, cuando nuestro pueblo se convierta en el centro de la comarca fisterrana, pues su predilección por Corcubión para instalar aquí su residencia hará que nuestro municipio sea el centro social y económico de la zona. Muestra de esto es el Pazo de los Condes de Altamira.
De esta época destaca también la Iglesia de San Marcos, el templo parroquial de estilo gótico marinero, pero que tienen una estructura primitiva datada del siglo XIV y múltiples añadidos de épocas posteriores.